- Paso 9 -
Definición del Recorrido Narrativo
Si en el paso anterior consideramos los ambientes, los planos, los "personajes", sus movimientos y transformaciones, de manera lineal y cronológica, ahora definimos:
- quién es el o los narradores;
- el tiempo o los tiempos de la narración - lineal, cíclico, espirálico, paralelos, congelado, etc. -;
- las duraciones, de manera proporcional;
- el punto de vista - del autor, interno, externo, del ambiente, de uno de los elementos - incluyendo eventuales cambios de perspectiva;
- los niveles de profundidad de fruición (considerando también las fruiciones sucesivas a la primera), relacionados con la expectativa, la sorpresa, la memoria, etc.;
- las transiciones de una sección a la otra: cortes, disolvencias, ventanas, etc.
Para alcanzar el objetivo de este paso, antes leemos caminos dentro del Esquema de Presencias, como si fuese un mapa o la cartografía de un lugar.
El narrador o los narradores viajan moviéndose a diferentes velocidades - con eventuales aceleraciones, ralentizaciones o paradas - entre los planos de profundidad de los ámbitos del esquema, con la opción de saltar, todas las veces que se necesite, entre uno y otro de ellos, considerando las transiciones. Eso nos permite cambiar con facilidad de escena o situación cuando lo deseamos.
Trazamos con precisión, ayudándonos con números progresivos y líneas, el o los caminos posibles, más o menos largos. Indicamos las velocidades, con sus eventuales cambios, en cada tramo de los recorridos, asociándolas a las letras o los símbolos necesarios, según el nivel de gradualidad que se considera. Es útil utilizar papeles transparentes, superponiéndolos al Esquema de Presencias, para evitar de "ensuciar" el original.
Los caminos pueden presentar tramos lineales, curvos, oscilatorios, retrógrados, circulares, espirálicos, etc. o pueden saltar de un lugar a otro, como tele transportados.
Las situaciones más estáticas tal vez necesiten saltos temporales y no linealidades, mientras las más densas de elementos y estímulos pueden vivir en la linealidad de las presencias. Por eso, cuando la dirección narrativa coincide, el pasaje del Esquema de Presencias al Gráfico Formal previsto por el paso sucesivo, puede ser literal: el narrador mira desde el primer plano y sigue el tiempo de manera lineal.
El narrador no es un "personaje" ni un elemento ambiental, y por eso no tiene un cuerpo físico. Las diferentes perspectivas o puntos de vista generales - del ambiente, desde un elemento, etc. - que no dependen de él, ya los hemos definidos antes, como posibles ámbitos del Esquema de Presencias.
Un ejemplo
Un ambiente delimitado está iluminado por una luz que filtra a través del vidrio que le hace de pared anterior, o sea desde el primer plano hacia el fondo. En el medio, entre algunos elementos ambientales, se mueven "personajes" que siguen sus dinámicas y relaciones.
La luz que ilumina la escena podría ser blanca o de colores, fija o pulsante, cambiar de intensidad e inclinación durante el transcurrir del tiempo.
También el vidrio podría ser de diferentes colores o modificarse en el camino. Podría ser trabajado, más o menos opaco, "roto" e incluso hacer de prisma y refractar la luz que pasa a través de él, creando un "arcoíris".
Los "personajes" y los elementos ambientales podrían ser de diferentes formas y materiales, con características relativas de opacidad, transparencia, densidad, reflectancia, absorbencia.
La pared de fondo, además de presentar diferentes colores, podría tener manchas o dibujos, ser lisa o áspera, reflectante o absorbente.
Es claro que cada una de esas características influye sobre la apariencia del ambiente general y de los elementos que lo conforman, según el punto desde el cual observamos lo que va pasando.
En una situación así, el narrador podría estar situado en diferentes posiciones. Por ejemplo:
- Detrás del vidrio, mirando hacia el fondo. En este caso, ve todo el mundo más o menos nítido y colorido por la resultante del tono de la luz y las características del vidrio a través del cual filtra.
- Entre el vidrio y los "personajes" o los elementos ambientales. A sus ojos, esos elementos y la pared de fondo toman colores y matices provocados por las características de la luz y las del vidrio a través del cual filtra. Si mira hacia el vidrio sólo sería más o menos deslumbrado, dependiendo de la intensidad de la fuente luminosa.
- Entre los elementos y la pared de fondo, mirando a la pared. Ve las sombras jugar una con la otra, cruzarse, alejarse, con intensidades y matices diferentes, que dependen de las características de los materiales de los elementos y las del fondo en el cual se proyectan.
- Entre los elementos y la pared de fondo, mirando a los elementos. Si se encuentra en contraluz y está deslumbrado por la fuente luminosa, no logra distinguir bien los detalles ni un elemento del otro, sino ve masas oscuras que se juntan en un único grande elemento. Al contrario, si se encuentra en su cono de sombra o entre ellos, donde la luz no lo deslumbra, los "personajes" y los elementos ambientales aparecen menos oscuros y toman forma, presentando sus características físicas, si bien contraluz. Eso le permite distinguir algunos detalles que la luz directa en la mirada no le dejaría ver.
También es importante considerar la dirección de su mirada. Además que hacia adelante o hacia atrás podría ser hacia el futuro - en este caso los elementos se acercan - o hacia el pasado - los elementos se alejan -. Y podría tener un ángulo de visión más o menos amplio.
Todo se puede "complicar" aún más: ¿Qué pasaría si el narrador tiene gafas de colores o se las quita, si tiene miopía o astigmatismo, si cierra los ojos o parpadea?
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Debido a la gran cantidad de opciones que se proponen durante esta fase, en algunos proyectos puede ser complicado seguir el Recorrido Narrativo a nivel visual. Por eso, antes de continuar con al paso sucesivo - el Gráfico Formal - es útil realizar un esquema que represente de manera cronológica la Mirada del Narrador, con el mismo tipo de dibujos y recursos gráficos utilizados en el Esquema de Presencias.