- Paso 8 -
Esquema de Presencias
Ejercicio preparatorio
Objetivo: Experimentar niveles/planos de escucha
Cerramos los ojos y escuchamos el ambiente con atención, intentando vivir cada uno de los sonidos y ruidos presentes, desde el más cercano hasta el más alejado.
Si en la primera etapa tratamos de alcanzar el espíritu de cada elemento y tener claras sus peculiaridades, ahora, dependiendo de las características de la narración, podemos asociarlos a eventuales ámbitos - "geográficos", físicos, emocionales, psicológicos, de situaciones o que consideren diferentes perspectivas y puntos de vista -, a ambientes, con relativos fondos y planos de profundidad, y a los "personajes" (ver Reflexiones Lat., Parte II, cap. VII.6: Ambiente, fondo, planos y "personajes") que se mueven en ellos, considerando sus interrelaciones a todos los niveles.
En algunos proyectos, es útil asociar a los ámbitos más "físicos", que en el papel son planos y a dos dimensiones, una proyección relacionada con la tercera dimensión. Eso permite tener más claridad visual respecto a los niveles de altura en los cuales se sitúan o se mueven los elementos.
Definimos entonces:
- cuáles y cuántos ambientes se suceden o alternan (si hay más ámbitos, los definimos para cada uno de ellos);
- cuál es el fondo de cada ambiente, si es uniforme o cambiante durante su camino;
- eventuales cambios de escena;
- cuáles y cuántos son los planos de profundidad y qué elementos se mueven en ellos;
- cuáles son los elementos en primer plano o con una importancia mayor, en cada momento y en general;
- cuáles y cuántos son los "personajes" principales que transitan por los planos de profundidad.
Consideramos:
- las modificaciones de los elementos en el transcurrir del tiempo, sus presencias, incluidas aquellas consecuentes a los pasajes de un plano de profundidad a otro;
- las relaciones o no relaciones entre los elementos: diálogos, monólogos, encuentros, choques, entradas, salidas, etc.
Preparamos, con dibujos y recursos gráficos, un Esquema de Presencias narrativo en el tiempo, lineal y lo más detallado posible, que resuma todo lo anterior.
Para ese fin:
a. Delimitamos una o más áreas paralelas superpuestas, dedicadas a ámbitos específicos. Cada una de ellas considera ambientes y planos de profundidad - empezando desde arriba con el fondo y pasando en progresión al primer plano abajo.
b. Definimos el fondo de cada ámbito considerado y sus eventuales transformaciones;
c. Distribuimos los elementos ambientales entre fondo y primer plano de cada ámbito, con sus eventuales movimientos y transformaciones;
d. Indicamos en cada ámbito el camino de los "personajes" a través de los diferentes ambientes y planos de profundidad, sus entradas y salidas, relaciones, eventuales superposiciones y transformaciones, movimientos, acercamientos y alejamientos entre ellos. ¿Qué pasa cuando se encuentran o dialogan? ¿Se modifican? ¿Quedan estables?
Nos ayudamos con líneas para indicar continuidad, o con flechas para las transformaciones. Marcamos también densidades, transparencias, fragmentación, etc.
Es útil repetir lo anterior para segmentos temporales más cortos. Por eso, agrandamos cada parte para acercarnos lo más posible a los detalles, utilizando también esquemas parciales (zoom).
Todo lo anterior permite tener una visión general, lo más clara posible, de las presencias y las relaciones en juego, antes de pasar al siguiente paso.
Cuando se habla de situaciones relacionadas con el tiempo, se considera también el "tiempo visual", el recorrido de la mirada durante la fruición de obras visuales, desde los elementos más evidentes hasta los detalles que las componen, y el camino hacia la profundidad.
[MÉTODO II 8] - Los Pasos del Proceso Creativo: 8. Esquema de Presencias