- Paso 10 -
Gráfico Formal
El objetivo de este paso es representar la forma general del "edificio" narrativo, insertando de la manera más precisa posible todos los elementos en un gráfico en el Tiempo (horizontal: definiendo una macro-estructura en una escala proporcional de 0 a 100) y la Profundidad (vertical: desde el primer plano, abajo en el papel, hasta el fondo, situado arriba). Como los elementos ya están definidos en sus características por los pasos anteriores, no es necesario dibujarlos sino evidenciar de manera esencial sus presencias: entradas, salidas, duraciones, recorridos, puntos de contacto, relaciones, etc., utilizando los recursos gráficos útiles para representarlos.
Una vez tomadas todas las decisiones respecto al Recorrido Narrativo, ponemos en hila, en un nuevo papel, todos los números progresivos definidos en el paso anterior. Los distribuimos en la línea del Tiempo, en orden cronológico y proporcional, calculando la distancia correcta entre cada uno, que depende de cuánto es largo el tramo que los separa y la velocidad de movimiento del narrador entre ellos.
Luego, indicamos, respetando la línea de la Profundidad, los elementos de los diferentes ámbitos cruzados por ese narrador "viajero". Todo lo que esté cerca de él, se convierte en primer plano en el Gráfico.
Como en el ejemplo del paso anterior, consideramos que el narrador podría mirar en una determinada dirección o tener una visual con ángulos diferentes y más o menos anchos. De eso depende la amplitud del panorama que abarca y los elementos que ve en él. También sufrir de miopía o astigmatismo, lo que le haría ver con diferente claridad los elementos cercanos y aquellos lejanos.
Además, en su visión puede influir la transparencia u opacidad de los elementos que cruzan su mirada, lo que permiten ver o no a través de ellos. Incluso si son altos o bajos, si tienen ventanas u hoyos, entre otras características posibles.
En este paso, es importante considerar los equilibrios macro-estructurales, las relaciones entre las partes, que sean simétricas o que sigan algún otro tipo de proporcionalidad menos rígida y más orgánica (por ejemplo la sección aurea), según las intenciones expresivas que estamos buscando. Por ese fin, definimos donde situar los pilares estructurales para crear equilibrios o desequilibrios: el peso de cada uno de ellos va definiendo la macro-estructura. Especificamos como serían las "paredes" que conectan esos pilares y empezamos a pensar en los detalles, los "dibujos en las paredes", que entrarán en juego en los pasos sucesivos.
Puntualizamos la presencia de los elementos (más o menos evidentes, considerando también los sucesivos niveles de fruición), sus movimientos - lineales, pulsantes, exponenciales, etc. -, las transparencias y las densidades.
Es útil también preparar gráficos parciales, haciendo zoom sobre una o más partes, para detallar con más precisión las dinámicas narrativas relativas.
En el caso de obras no temporales, la línea del tiempo define el recorrido general que seguiría la mirada, u otro canal perceptivo del fruidor, a través de la obra, pero también un camino hacia las profundidades: desde los elementos más evidentes hasta los más escondidos (ver Reflexiones Lat., Parte II, cap. VII.1: Niveles de fruición).
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FIN DE LA II ETAPA Y SEGUNDO PUNTO DE SALIDA POSIBLE
Es posible suspender aquí el proceso creativo, después de haber experimentado nuestra capacidad elaborativa, o seguir con la III etapa, en el intento de finalizar el camino con la comunicación a los demás de nuestro sentir.